- Las actividades están a cargo del emprendimiento Cosechándola. “Esto nace para conectar el medio ambiente con las personas, no desde la teoría, sino desde la práctica”, destaca Constanza Vergara, jefa del área Gestión Ambiental de la compañía nacional que fabrica soluciones constructivas sostenibles.
Con el objetivo de potenciar los conocimientos de educación ambiental en sus trabajadores y trabajadoras, la empresa chilena de soluciones constructivas sostenibles Volcán ha realizado innovadoras actividades para su capital humano, como la invitación a participar en talleres de huertos urbanos.
“Esto nace para conectar el medio ambiente con las personas, no desde la teoría, sino desde la práctica. En Volcán siempre decimos que el área de medio ambiente no puede funcionar sola, pues los trabajadores son quienes aplican las medidas, quienes hacen el cambio posible", comenta Constanza Vergara, jefa del área Gestión Ambiental de la histórica compañía fundada en 1916.
La ejecutiva relata: “Este año, por ejemplo, hemos ido a una de las plantas de la compañía, ubicada en la comuna de Puente Alto, donde en el patio de las instalaciones trabajadores han podido asistir a estas actividades, que han estado dirigidas por el emprendimiento Cosechándola”.
Los talleres de huertos urbanos han reunido a trabajadores de distintas áreas de la compañía chilena, como Producción, Logística, Seguridad, Contratistas y Portería.
¿En qué consisten estas invitaciones? Durante la actividad, instructores de Cosechándola enseñan a los colaboradores de Volcán a cómo sembrar perejil, rúcula, cilantro y lechuga, con el fin de “no solo plantar semillas, sino cultivar conciencia ambiental”, explican. De esta manera, los participantes aprenden a preparar el sustrato adecuado, seleccionar las semillas apropiadas y sembrar con un propósito claro, promoviendo la soberanía alimentaria.
Los colaboradores han destacado la experiencia. Es el caso de Vicente Sáez, ingeniero de Relacionamiento Comunitario de Volcán, quien relata que este tipo de iniciativas generan una conexión distinta entre colegas. “No es lo mismo escribirnos por correo que estar sembrando juntos", añade.
Rosanna Sánchez, fundadora de Cosechándola, en tanto, celebra la conexión lograda tras estos encuentros: “Me motiva que las personas aprendan que sí pueden cultivar su alimento y que tengan esa autonomía. Hacerlo en una empresa es una tremenda oportunidad para llevar este conocimiento a más hogares".