Un taller familiar que combina experiencia, rapidez y honestidad, donde cada vehículo recibe atención personalizada y cada cliente se convierte en parte de la casa.
Por: Exequiel Aleu Monasterio
Ubicado en Calvo 643, en pleno corazón de Rancagua, Ecofrenos no es simplemente un taller mecánico: es una historia de esfuerzo, independencia y confianza construida a pulso por Esteban Cofré y Giovanna Bernal, quienes lideran este emprendimiento familiar con sello de honestidad y rapidez.
Un nombre con historia
“Ecofrenos” no fue un nombre al azar. Nació de la unión entre la inicial ‘E’ de Esteban, su apellido Cofré —que en sí forma parte de su emprendimiento anterior “Ecofre”— y el sufijo ‘nos’, pensado para representar al equipo completo. Una palabra que no solo define un taller, sino una filosofía de trabajo basada en comunidad, compromiso y confianza.
De la minería al motor del barrio
Esteban trabajaba en la mina El Teniente, pero un día decidió cambiar los turnos largos por el trabajo independiente. Comenzó vendiendo repuestos y, con el tiempo, el local evolucionó hacia la mecánica integral, especializándose en frenos, tren delantero, embriagues y mucho más.
“Me cansé de la rutina minera y me bajé para dedicarme 100% a esto”, cuenta Esteban. No fue fácil. La pandemia casi los obliga a cerrar, pero el empuje y la fidelidad de los clientes hicieron que Ecofrenos retomara fuerzas y hoy sea un punto de referencia en el rubro.
Honestidad como motor
Giovanna, administradora del local, lo resume con claridad: “Aquí lo más importante es la honestidad. Hay muchos maestros que no lo son, pero nosotros entregamos el trabajo garantizado, el cliente puede ver cómo lo hacemos, y si algo queda mal, lo corregimos sin cobrar de nuevo”.
En Ecofrenos no se acumulan autos ni se postergan entregas. Los trabajos se realizan dentro del día. Un cambio de pastillas de freno, por ejemplo, demora solo 30 minutos; un rectificado de discos, una hora. Incluso reparaciones más complejas como el embriague —que en otros talleres toma varios días— aquí se realizan en una sola jornada.
Servicio completo, precios justos
Además de la mecánica, Ecofrenos ofrece la venta de repuestos de frenos: discos, balatas, tambores, amortiguadores, terminales y rodamientos. Gracias a esto, el cliente puede ahorrar tiempo y dinero. Si compras los repuestos en el mismo local, el servicio incluye descuentos. Pero si el cliente prefiere traer sus propios repuestos, también son bienvenidos.
El taller cuenta con equipos de tecnología certificada, como una rectificadora americana, lo que garantiza precisión y rapidez. “Nuestros valores son los más económicos del sector. Y todo, absolutamente todo, queda garantizado”, recalca Esteban.
Más que clientes, relaciones humanas
Uno de los sellos que distingue a Ecofrenos es el trato personalizado. “Nosotros nos familiarizamos con nuestros clientes. Sabemos quiénes son, qué trabajo se les hizo. Si tienen dudas o algo suena raro, nos llaman y lo vemos sin problema”, señala Esteban. De hecho, muchos de sus clientes terminan siendo amigos de la casa.
La inclusión también está presente: Giovanna tiene conocimientos para comunicarse con personas sordomudas, lo que ha permitido que Ecofrenos reciba comentarios positivos por su atención empática y abierta.
Invitación abierta a la confianza
Hoy, Ecofrenos es un taller pequeño en tamaño, pero grande en calidad y compromiso. “Es un lugar hecho con cariño”, enfatizan sus fundadores. “Acá encontrará buena mano de obra, precios justos y un servicio donde la honestidad no es promesa, es práctica diaria”.
Puedes visitarlos en Calvo 643, local 2, Rancagua, o seguirlos en Facebook e Instagram como @ecofrenos.
Para consultas y reservas: +56 9 4412 2471.
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